el santo evangelio de nuestro señor jesucristo según san mateo. gloria
a ti, cristo señor!
Jesús fue
de
Galilea al río Jordán,
donde
estaba Juan,
para
que éste lo bautizara.
Al principio
Juan
quería impedírselo,
y
le dijo:
—Yo
debería ser bautizado por ti,
¿y
tú vienes a mí?
Jesús
le contestó:
—Déjalo
así por ahora,
pues
es conveniente que cumplamos
todo
lo que es justo ante Dios.
Entonces Juan consintió.
En
cuanto Jesús fue bautizado
y
salió del agua,
el
cielo se le abrió
y
vio que el Espíritu de Dios bajaba
sobre
él como una paloma.
Se
oyó entonces una voz del cielo,
que
decía:
«Éste
es mi Hijo amado,
estoy
muy complacido con él.»
el evangelio del señor. te alabamos, cristo señor.
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hasta este momento en el evangelio,
no sabemos de ningún tipo de ministerio público de jesús. sabemos su genealogía y oímos de la
visita de los magos, como celebramos la semana pasada. la semana antes, oímos que después de
la visita, la familia sagrada huyó a egipto para escaparse de herodes y después
de su muerte regresaron. durante
el adviento, oímos la próxima parte: juan está bautizando la gente y llamando a
tod@s al arrepentimiento.
y hoy viene jesús. jesús viene al río jordán para que juan
lo bautice. jesús va y está bautizado
allá. hasta ahora no ha hecho
ningún milagro, no ha dado ningún sermón.
las cosas que hizo como un bebe—su
desafío del gobierno y su amenaza a los poderes del tiempo—son cosas sobre las
cuales no tiene control. nace y
una estrella guía a los magos a jesús.
esto amenaza a herodes, pero jesús ya no tiene control sobre esto. su familia lo lleva por un lugar seguro
en egipto. no es su decisión y
como un bebe no tiene poder de controlar la situación.
entonces, su primer acto
público, después de haber nacido, es recibir la gracia de dios, es decir, ser
bautizado. un refugiado recibe la gracia,
el amor, y la afirmación de dios antes de ganarlos. eso es gracia—que dios le ama antes de o aparte de merecerlo
o no. esto es el bautismo. es el comienzo de todo.
en el bautismo—de jesús y de
nosotr@s—dios nos recoge y nos ama.
venimos como somos. con
nuestras personalidades, con nuestros sexos, nuestras razas, nuestras
pigmentaciones, nuestras orientaciones sexuales, nuestros hechos buenos,
nuestros pecados, nuestros amores y sueños—con todo nosotr@s mism@s. venimos—o somos llevad@s—tal como somos
antes de ganar el amor de dios y muchas veces antes de hablar ni hacer
nada. venimos, con jesús, y dios
dice, “te quiero.” dice a ti y a
mi, “tú eres mi hija amada, estoy muy complacid@ contigo” o “tú eres mi hijo
amado, estoy muy complacid@ contigo.”
no es por merecerlo ni por no merecerlo. es por la abundancia de amor que dios tiene y que es dios.
porque dios es amor y la cosa
increíble de amor es que es infinita.
dar amor no resulta en tener menos amor, sino que en tener más. añade y se multiplica cuando lo utilizas
y lo demuestras, entonces el amor de dios, demostrado en cada bautismo, añade
al amor que existe en el mundo.
por eso, cada bautismo, empezando
con el de jesús, es el comienzo de amor y de ministerio. el bautismo de jesús es el primer acto
público en su ministerio. la
primera cosa que hace es recibir el amor de dios y en ese momento, dios
proclama que jesús es su hijo amado, a quien ha elegido.
también el bautismo de cada un@
de nosotr@s es solo el comienzo de nuestro ministerio. nuestro ministerio es una respuesta al
amor y a la gracia de dios. el
bautismo, la afirmación de dios por cada una y cada uno de nosotr@s
precisamente como somos empieza nuestra vida en la comunidad de fe y nuestro ministerio
para que todo lo que hacemos y todo quienes somos viene de dios.
significa que cuando trabajamos,
el trabajo es de y para dios.
cuando gritamos, el grito es de y para dios. cuando dormimos, comimos, hablamos, abrazamos—todo—lo
hacemos de y para dios. porque
somos hijas e hijos amad@s, con quien dios está muy complacid@.
ahora, vamos a hacer algo.
cuando digo “go” tod@s vamos a encontrar una o dos personas en nuestro alrededor,
mirarle a la persona y márcarle con el signo de la cruz en su frente—o, si
quiere lo hacemos enfrente de la persona y decimos, “tú eres un hijo o una hija
amad@ por dios y dios está muy complacid@ contigo.”
amen.
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