el santo evangelio según san mateo. gloria a ti, cristo señor.
Luego el Espíritu llevó a Jesús al
desierto,
para
que el diablo lo pusiera a prueba.
Estuvo cuarenta días y cuarenta noches sin
comer,
y
después sintió hambre.
El diablo se acercó entonces a Jesús
para
ponerlo a prueba,
y
le dijo:
—Si
de veras eres Hijo de Dios,
ordena
que estas piedras se conviertan en panes.
Pero Jesús le contestó:
—La
Escritura dice:
“No
sólo de pan vivirá el hombre,
sino
también de toda palabra que salga de los labios de Dios.”
Luego el diablo lo llevó a la santa ciudad
de Jerusalén,
lo
subió a la parte más alta del templo
y
le dijo:
—Si
de veras eres Hijo de Dios,
tírate
abajo;
porque
la Escritura dice:
“Dios
mandará que sus ángeles te cuiden.
Te
levantarán con sus manos,
para que no
tropieces con piedra alguna.”
Jesús le contestó:
—También
dice la Escritura:
“No
pongas a prueba al Señor tu Dios.”
Finalmente el diablo lo llevó a un cerro
muy alto,
y
mostrándole todos los países del mundo y la grandeza de ellos,
le
dijo:
—Yo
te daré todo esto,
si
te arrodillas
y
me adoras.
Jesús le contestó:
—Vete,
Satanás,
porque
la Escritura dice:
“Adora
al Señor tu Dios,
y
sírvele sólo a él.”
Entonces el diablo se apartó de Jesús,
y
unos ángeles acudieron a servirle.
el evangelio del señor. te alabamos, cristo señor.
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como
jesús, tod@s tenemos diablos. hay
personas que no creen en el infierno hoy en día, pero todavía experimentan y afirman
que el infierno existe por lo menos aquí en la tierra. para la gente que ha servido en una
guerra, oímos que la realidad de matar o ser matadx es un infierno—y para
muchxs ese infierno regresa a los estados unidos con ell@s después de servir.
tenemos
diablos de la depresión y la ansiedad que hacen daño a nuestras relaciones con
otras personas y con nosotr@s mism@s.
el demonio que dice que no tienes valor, que no hay por qué vivir, que
nunca serás suficiente flac@, alt@, inteligente, ric@. que no tienes las habilidades de hacer
el trabajo, que nadie te contratará.
quizás
es el demonio que te encuentra cuando trabajas en un proyecto y oyes que no es
suficiente, que hay más que hacer—cada palabra, cada persona, cada cosa tiene
que ser perfecto o no vale nada. el demonio que te dice que no sabes lo suficiente
del idioma, matemática, la ley, leer, cocinar… y nunca encontrarás un trabajo,
la justicia, aprobación.
el demonio
que dice que si no lo haces tú, nadie lo hará y todo se vendrá abajo. que hay que ser a “mi manera o
te largas.” el demonio que te dice que el mundo
afuera es caótico y no puedes controlarlo, entonces tienes que controlar todo
que puedes—todo en tu alrededor.
esos
diablos vienen sin cuernos, ni colas, ni horcas, y quizás por eso son más insidiosos. son invisible, susurran en una voz que
pensamos que sólo yo oigo y saben como callarnos para que no nos da cuenta de
que tod@s tenemos demonios. los
míos son diferentes que los tuyos, pero los dos existen.
cuando
aparecen en secreto, cuando estamos sol@s, no tenemos amigos ni familia para
ayudarnos en la lucha contra el diablo. cuando pienso que soy sólo yo con un diablo, el diablo
gana. pero jesús conoce a tus demonios. jesús contradice cada palabra del
diablo.
cuando
el demonio te dice que no tienes valor,
jesús te llama “hij@ amad@ por dios.”
cuando
el demonio te dice que no hay tiempo y nunca terminarás el proyecto,
jesús dice
“quédense quietos, reconozcan que yo soy dios,”
nunca
será perfecto y está
bien.
cuando
el demonio te dice que nadie te puede ayudar
y que tienes que hacer todo sólo,
jesús te recuerda que él tuvo los doce y la setenta
y también tú tienes gente
para ayudarte cuando pidas.
cuando
el demonio te dice que a nadie le importas, que esta tristeza profunda o el abuso
es tu cruz, jesús te dice que ya se
murió en la cruz para que nadie sufriera—no eres sol@ y no es tu responsabilidad
de llevar esta cruz sólo. jesús
dice, “sal del abusador” no tienes que quedarse con él. hay gente aquí en la iglesia y en el mundo que te
quiere.
jesús
crea comunidad para que cuidemos unos a otras. para que nos apoyemos.
jesús responde a cada diablo con toda la confianza del hijo de dios y con todo el
amor de dios mism@. nosotr@s no
tenemos esta fuerza para combatir cada diablo que encontramos, pero no la necesitamos
porque tenemos a jesús. jesús
tiene la fuerza y nos quiere tanto que haría cualquier cosa—aun ser matado en
la cruz—para vencer a nuestros diablos, para librarnos del mal.
gracias a dios.
like jesus, we
all have devils. some people don’t believe in hell today, yet they still
experience and admit that hell exists at least here on earth. from people who served in war, we hear
that the reality of kill or be killed is hell on earth—and for many, that hell returns
with them, usually labeled ptsd, to the united states after serving.
we have devils of depression and anxiety that harm our relationships with others and with ourselves. the devil that says that you have no value, that there is no reason to live, that you'll never be skinny enough, tall enough, smart enough, rich enough. you don’t have the skills to do the job, no one will hire you .
maybe it's the devil that finds you when you work on a project and you hear that it’s not enough, there's more to do, every word, every person, every thing has to be perfect, or else, it’s all worthless. the demon that tells you that you don’t know enough of the language, math, reading, cooking, or the law and you’ll never find a job, justice, approval.
the demon that says that if you don’t do it, nobody will and everything will fall apart. that it has to be “my way or the highway." the demon that tells you that the outside world is chaotic and you have no hope of controlling it, so you have to control everything and everyone you can—everything around you.
these devils don’t come with horns, tails, or pitchforks, which is perhaps why they are so much more insidious. they are unseen, they whisper in a voice that we think only we can hear, and know how to shut us up so we don’t realize that we all have demons. mine are probably different than yours, but both exist.
when they appear in secret, when we’re alone, we don’t have friends or family around to help us fight against the devil.
we have devils of depression and anxiety that harm our relationships with others and with ourselves. the devil that says that you have no value, that there is no reason to live, that you'll never be skinny enough, tall enough, smart enough, rich enough. you don’t have the skills to do the job, no one will hire you .
maybe it's the devil that finds you when you work on a project and you hear that it’s not enough, there's more to do, every word, every person, every thing has to be perfect, or else, it’s all worthless. the demon that tells you that you don’t know enough of the language, math, reading, cooking, or the law and you’ll never find a job, justice, approval.
the demon that says that if you don’t do it, nobody will and everything will fall apart. that it has to be “my way or the highway." the demon that tells you that the outside world is chaotic and you have no hope of controlling it, so you have to control everything and everyone you can—everything around you.
these devils don’t come with horns, tails, or pitchforks, which is perhaps why they are so much more insidious. they are unseen, they whisper in a voice that we think only we can hear, and know how to shut us up so we don’t realize that we all have demons. mine are probably different than yours, but both exist.
when they appear in secret, when we’re alone, we don’t have friends or family around to help us fight against the devil.
when i think it’s
just me and the devil, the devil wins. but jesus knows your demons. jesus counters
every single one of the devil’s words.
when the devil says you have no value,
when the devil says you have no value,
jesus calls you "beloved child of
god. "
when the devil tells you that there is no time, and so much to do,
when the devil tells you that there is no time, and so much to do,
and you will
never finish the project,
jesus says, "be still and know that i am god,"
it will never be perfect, and that is fine.
when the devil tells you that nobody can help you
when the devil tells you that nobody can help you
and you have to do everything
alone,
jesus reminds you that he had the twelve and the seventy
and you also have
people to help you when you ask.
when the devil tells you that nobody cares, that this deep sadness or this abuse
is “your cross to bear,” jesus tells you that he already died on the cross, so that no one would have to suffer—you
are not alone, and it is not your
responsibility to bear this cross alone. jesus says, "leave the abuser"
you don’t have to stay with them, this deep sadness, this depression is not the
only way. there are people here in the church and the world that love you and
want to help you.
jesus creates this community so that we can care for one another, so that we can experience god’s love through each other. so that we can support each other. jesus answers the devil with all the confidence of the son of god and with god's own love.
jesus creates this community so that we can care for one another, so that we can experience god’s love through each other. so that we can support each other. jesus answers the devil with all the confidence of the son of god and with god's own love.
we don’t have the strength to fight every
devil that we encounter, but we don’t need it because we have jesus. jesus has the power and loves us and
wants us so much that he would do anything—even
be killed on the cross—to conquer our devils, to deliver us from evil.
thanks be to god.
thanks be to god.
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